Mostrando entradas con la etiqueta reflexión. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta reflexión. Mostrar todas las entradas

sábado, 8 de enero de 2011

Levitación

La base está en la búsqueda de la claridad. Justo cuando el cuerpo y la mente vibran en la misma frecuencia, en el mismo lugar, en el mismo momento y ambos juntos no son nada. El desmantelamiento de todas las capas que componen el ego, la ilusión de personalidad, las mentiras de las diferencias… Todas esas cosas nos atan al suelo, al yugo de la gravedad. En la mínima expresión del ser, encontramos plenitud y libertad. El disfrutar del simple hecho de ser nos eleva. Para ser, no hacen falta muchas cosas y seguramente son menos de las que creemos. Cuando el ser vive en plenitud y solo se ocupa en eso, consigue dejar atrás todo lo que le impide ser libre, todo lo que le impide decidir y disfrutar. Cuando todo queda lejos el ser en estado de plenitud se eleva, se despega de suelo y se suspende en el aire.

jueves, 30 de diciembre de 2010

Los Recuerdos

Los recuerdos acuden como una cascada caen sobre el arrollo. Se agolpan y se esparcen, durante un breve período son turbios y están entremezclados, como cubiertos por una capa translúcida que los difumina pero sin obstruirlos del todo. De a poco se van alejando el uno del otro, se van enfocando y cada uno adquiere la individualidad necesaria para dejarse flotar entre momentos y sensaciones.
El arroyo se cierne en calma, avanza suavemente empujado por las historias que se van entretejiendo, deslizandose unas sobre otras con una paz que, sin prometerlo, augura quedarse para siempre; acuñando cada relato haciéndolo resplandecer como si estuviera ocurriendo ahora mismo.
Y así sería, si no fuese porque más adelante, se encuentra despedazando el silencio a rudas voces estruendosas, una nueva cascada; que junta lo viejo con lo naciente y mezcla otra vez las sensaciones, dejando navegar a la experiencia a través de peñascos de amarguras y brisas frescas de ilusión.

domingo, 5 de diciembre de 2010

“Entre dos o más caminos, siempre”

A veces nos preocupamos por alcanzar las metas que nos proponemos, de una sola manera. A veces, cuando tomamos un camino, nos cuesta detenernos a pensar si ese camino es realmente el que creemos correcto. Como lo elegimos en un momento y creímos que lo era, no lo cuestionamos; preferible que nos azoten, antes que reconocer una equivocación. Pero nos preocupamos y nos angustiamos, por la elección.
A veces uno cambia, a veces los caminos cambian y es necesario tomar uno nuevo para llegar a la misma meta que nos propusimos en un principio. Y esto nos preocupa y nos angustiamos. Pero ese principio: ¿Dónde está realmente? ¿Cuándo elegimos el camino? Creo que a ese camino lo elegimos hace mucho, incluso antes de nacer alguien ya lo eligió por nosotros. Creo que lo elegimos cada día. Incluso cuando creemos que no lo elegimos, también a eso lo estamos eligiendo. Detenerse, observar y reanudar la marcha. Allí está la fuerza de la decisión. Si nosotros mismos no nos cuestionamos, entonces es muy fácil elegir. Hay que tener dudas, para elegir con seguridad.
Encuentro sumamente estimulante el estar entre dos o más caminos, Significa que hay varias opciones. Que aunque haya incertidumbres, tus elecciones cuentan, pesan, sirven. Significa que te estás moviendo a vos mismo. Significa que tu camino es único y que estás muy vivo. Porque al que cree que tiene un solo camino, siempre le queda ese otro. El único que en algún momento, es el camino que le espera a todos. El que todos siguen aunque no quieran elegirlo.

(dedicado al Mom, que me ayudó a darme cuenta de lo importante que es elegir)

Paco Bracaia
03-12-2010

jueves, 11 de noviembre de 2010

In the sphere

Everyone is born in a sphere. Since we are conceived, our life begins to develop and take form on the inside of a sphere. It protects us from a hostile environment that threatens to alter our state of secureness. We need the sphere. We then move to a bigger sphere. For some people it is just big enough to fit themselves, for others it may be a lot larger. The sphere can grow bigger and, of course, we can always move to another sphere, more suitable for our needs. But the fact is that it’s still the same habitat which we refuse to call a prison. It exists because there are so many things we do not want to be a part of our lives, it exists because we are too afraid to face them and deal with them. In the sphere life goes on guided by some kind of ideal purpose, the sphere takes good care to keep it unaltered, vivid and meaningful. So you follow along. Self-assured, convinced that life works in that particular way and no other.
We can sit still enjoying our world of adequate elements, acting together to transmit the image of a life of satisfying proportions, projected on the walls of the sphere. But what do we do when something we did not expected crosses the limits and comes in? How to react when the sphere can no longer provide us of it’s safety? A person can be as strong as anyone can be, but what happens is that ideal life goes down piece by piece. The sphere has gotten too big for you to control it.
There are some who realize the way the sphere works. That at some point we need it in order to grow, but after some point we need to take it down, because it keeps us from knowing the whole. Otherwise we stay still, alone, we suffocate our own emotions asking to ourselves how things would be if we weren’t alone. When we leave a sphere we start to understand that we are not alone, but we learn to look for the sphere, each one is more difficult to be found, to be understood, but it’s there protecting us, telling us where our limits are. The world is just another sphere, protecting us till we are prepared to understand that we are not alone, challenging us to discover the next sphere.