Dentro de la naturaleza el oso es uno de los animales, si se quiere, más relativistas de los que tenga conocimiento el ser humano. El oso es, por ejemplo, relativamente fuerte; adorable si quiere bajar un panal de abejas o terrorífico si está defendiendo su territorio. Lo cierto es que el oso puede ser marrón, gris o negro, también los hay blancos y cobrizos… Ahí lo ve, todo un símbolo del relativismo.
El oso entrando a un campamento con saliva chorreándole de la boca y las garras afiladas dispuestas: es una amenaza. Pero si cierra la boca, se sube a una tortuga y levanta un mono que se puso un tucán de sombrero: es un tótem. Y eso, mi amigo, si no es relativismo, entonces mejor que nos tapemos los oídos con roquefort, porque va a empezar a caer mierda de todos lados.
1 comentario:
Jué pucha, che. Nunca lo habia pensado...cuanto que se de los osos ahora casi tanto como de los Rusos.
Fue una grata experiencia haber leido esta linea: "Pero si cierra la boca, se sube a una tortuga y levanta un mono que se puso un tucán de sombrero: es un tótem", ir imaginandolo mientras lo lei realmente fue un viaje.
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